27 de Arbil - Cristina volvió a hablar en público después de bastante tiempo, y dejo mucha tela para cortar.
Las redes sociales se dividirán entre el amor y el odio hacia la ex Presidenta, al igual que el mundo del Periodismo.
¿Cuánto sumo a la Unidad del Campo Popular el acto de CFK? A mi entender muy poco. Fue un acto plagado de ninguneo, dirigido para el núcleo duro de La Campora y sus aliados afines. Un acto que seguramente festejaran desde el bunker libertario.
Seguramente esta semana se hablara más del ninguneo al Gobernador Kicillof, del destrato al Peronismo y las críticas al sindicalismo docente; que sobre los verdaderos problemas que tiene hoy el país: inflación, desocupación, hambre, tarifazos, ettc.
Después de meses donde se logró poner en el centro de la agenda ciudadana al Presidente Javier Milei y su gobierno de hambre, ajuste y represión, Cristina volverá ocupar ese lugar y se hablara de banalidades en vez de lo importante.
Sin dudas Cristina Fernandez de Kirchner es una de las dirigentes más importante del Peronismo, pero no es la única, y eso al Kirchnerismo le molesta y siempre le ah costado aceptar.
La foto final de ella, Máximo y la Intendenta de Quilmes nos deja ver que mucho no les preocupa la unidad del Peronismo y la construcción de una alternativa real que le ponga un freno a este gobierno de bandidos.
A pesar de ser el Presidente del PJ de la Provincia de Buenos Aires, hoy Máximo solo (pareciera) estar preocupado por reorganizar a un kirchnerismo diezmado y sin brújula.
Pero la verdad que la Argentina necesita de un Peronismo unido, que junto con la izquierda nacional y el progresismo, logre reconstruir un contrapeso lo suficientemente amplio y representativo para evitar que Javier Milei y sus socios rematen el país y nuestro futuro.
Hoy el país esta tan dividido que no sobra nadie, el empate técnico en el que estamos nos obliga (aún más) a construir con grandeza y generosidad.
Y si bien el acto de hoy mucho me huele al 2017, espero estar equivocado.
A pesar de que Cristina retome la agenda de construcción del kirchnerismo, deseo que ella y su espacio recuerden que con ellos solos no alcanza, y que los que lo van a sufrir son los humildes, los laburantes, las pymes y los jubilados. Sino, como dije antes, miremos lo que fue el 2017.
Es por eso que el Peronismo no puede respirar y caminar al ritmo de Cristina. Claro que ella es una dirigente muy importante (al igual que el kirchnerismo), con mucho para aportar, pero si no hay voluntad de construir unidad con el campo popular, el Peronismo deberá avanzar con la gran tarea de reconstruir el movimiento nacional.
Los tiempos por venir necesitan de construcciones amplias, solidarias y horizontales. Con menos jefes y más militantes. Con conducciones sanas que nos guíen desde el ejemplo.
Es un tiempo de abrazar al otro, no de esmerilarlo y condicionarlo. Son tiempos de respetar y ayudar a los que les toca gestionar, ya sea desde una porción del Estado hasta las organizaciones gremiales, para asa aguantar la avanzada libertaria.
El enemigo tiene nombre y apellido, y es Javier Milei. Quien no construya en esa línea no solo estará equivocado, sino que le tendrá que rendir cuentas a la historia.