16 de Abril - Los usuarios de energía eléctrica recibieron en los últimos días boletas con aumentos que se ubican muy por encima de lo pautado. Si bien los incrementos que había anunciado el Gobierno para estas tarifas debían estar en un sendero de entre 65% y 150%, las facturas que recibieron los hogares llegan a septuplicarse (alzas superiores 600%). La sorpresa de los usuarios provino de que el gobierno de Javier Milei dispuso aplicar de manera retroactiva el aumento en el costo de la generación eléctrica para los usuarios de Edesur y Edenor, generando un mayor impacto en las tarifas de luz para los hogares.
En principio circuló que la medida no había sido informada previamente, el Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, salió a dar aclaraciones al respecto. Las subas se deben principalmente a una combinación entre la quita de subsidios que aplicó la secretaría de Energía y la suba en las tarifas de transporte y distribución eléctrica (VAD), que definió el ente regulador de la electricidad (ENRE). Alcanzan a todos los hogares, comercios e industria, aunque en distinta proporción.
Por cada peso que deja de subsidiar el Gobierno, las boletas de luz y gas aumentan hasta $1,45 Aún con subsidios, llegaron boletas de gas con un 248% de aumento. La secretaría de Energía aplicó una quita de subsidios en todo el país para los usuarios residenciales de ingresos altos (N1), comercios e industrias desde el 1° de febrero pasado, que pasaron de pagar $20.460 a $44.401 el MWh de la generación eléctrica (un alza de 117%). Los usuarios residenciales de ingresos bajos y medios hasta un consumo de 400 KWh por mes mantuvieron el subsidio, ya que pagan por la generación $2981 y $3756 el MWh, respectivamente. Es decir, estos segmentos pagan 6,7% y 8,5%, respectivamente, de lo que cuesta la generación eléctrica y mantienen más de 90% de subsidios del Estado nacional.
Para ellas, el ENRE también dispuso un fuerte aumento para recomponer rentabilidad. el organismo concretó una suba en el cargo fijo y acortó la cantidad de categorías de consumo de los usuarios residenciales: mientras que antes había nueve categorías (de menor a mayor consumo), ahora hay seis (se bajó a cuatro en un principio y luego volvió a subir). Esto implica distintos aumentos para cada usuario residencial